Tejido stretch, razones por las que no volverás atrás

Elegir un vestuario laboral adecuado para nuestro trabajo es siempre un paso crucial. Necesitamos que se ajuste perfectamente a nuestras necesidades, que nos ofrezca la mayor protección frente a cualquiera de las amenazas que podamos enfrentar, y también debe adaptarse a nuestro cuerpo lo mejor posible para proporcionarnos confort en nuestro trabajo.

Claro que, normalmente se asocia el vestuario laboral con una protección que roza la incomodidad y dificulta nuestro trabajo. Pero, ¿es eso cierto? Si bien en algún momento los materiales utilizados en este tipo de prendas han dejado mucho que desear y provocado más de una molestia lo cierto es que ahora la cosa ha cambiado.

El mundo del vestuario laboral se ha visto revolucionado por la evolución de los tejidos y la aparición de algunos que resultan tan confortables como el stretch. ¿Lo conoces?

¿Qué es el stretch?

A grandes rasgos podemos decir que el stretch es un material elástico que proporciona gran comodidad y adaptabilidad, permitiendo cualquier movimiento. Pero, ¿cómo consigue esa elasticidad? La clave está en el elastano, una fibra sintética que supone entre un 3% y un 7% del tejido dependiendo de la prenda, y que es el responsable de la elasticidad que lo caracteriza.

Las fibras de elastano surgieron en la segunda mitad del siglo XX en Estados Unidos, y en seguida comenzaron a usarse en prendas de ropa como bañadores, ropa de hogar… Aunque no existe el elastano puro sí que se pueden encontrar materiales sintéticos como el stretch con hasta un 85% de elastano para una mejor adaptabilidad.

Pero el elastano no es el único material que conforma el stretch. Este se acompaña a menudo de otros como el algodón, la poliamida o el poliéster. Solo necesitas mirar la etiqueta que aparece en el interior de cualquier prenda de vestir para descubrir que muchas de ellas combinan el elastano con otros materiales.

La estabilidad del stretch lo convierte en el material ideal, incluso para la ropa de trabajo, ya que se adapta perfectamente al cuerpo, ofrece la posibilidad de moverse cómodamente y, a pesar de su capacidad para estirarse puede volver después a su sitio sin deformarse.

¿Por qué stretch?

“¿Por qué no?” podría ser una respuesta, pero lo cierto es que el stretch y las ventajas que ofrece este material hablan por sí mismos. A la elasticidad y adaptabilidad que ya hemos mencionado previamente se une la estabilidad, que permite que una prenda fabricada con este material se estire tanto como sea necesario sin deformarse posteriormente.

Se trata de un material muy resistente, lo que permite evitar desgarros que podrían producirse en otros tipos de telas. Esto lo convierte en un material perfecto para la ropa de trabajo, sobre todo en las profesiones que requieran una gran movilidad como pueden ser instaladores, trabajadores de logística, trabajadores industriales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado…

La mayoría de estos profesionales utilizan prendas que, de hacerse en otros materiales sintéticos como la sarga laboral o el poliéster, resultarían más rígidos e incómodos.

Otra gran ventaja que presenta el stretch frente a otros materiales a la hora de la confección de vestuario laboral es que se trata de un material que no se arruga, lo que permite mostrar siempre un aspecto impecable y facilita su mantenimiento. Al tratarse de un material que no sufre por el desgaste evita la formación de esas molestas bolitas que aparecen en algunas prendas de materiales como el algodón.

Además, se trata de un material muy liviano y que absorbe muy poca humedad, lo que facilita un secado rápido de cualquier prenda sin afectar a su transpirabilidad y proporciona un mayor confort a quien la utiliza.

Adecuación del stretch a los equipos de protección

Si bien hasta ahora hemos hablado de vestuario laboral en general, lo cierto es que el stretch puede ser de gran utilidad en la fabricación de equipos de protección. Al tratarse de prendas que deben adaptarse perfectamente al trabajador la elasticidad del stretch supone una gran ventaja.

Sin embargo, para utilizar el stretch en la fabricación de EPI resulta imprescindible que dichas prendas se diseñen con arreglo a la norma EN ISO 13688:2013 que establece los requisitos generales de la ropa de protección.

• Inocuidad: la ropa no debe afectar negativamente a la salud del usuario. Se fabricará con materiales que se hayan demostrado químicamente apropiados.
• Ergonomía: el diseño debe facilitar la colocación y garantizar que permanecerá en su lugar durante el tiempo que se utilice. También debe tener en cuenta los factores ambientales, los movimientos y las posturas que la persona pueda adoptar durante el ejercicio de su trabajo. Su sistema de sujeción debe ser fácil de usar y permitir una fijación adecuada. También debe ser compatible con otros elementos que puedan usarse al mismo tiempo.
• Envejecimiento: se deben facilitar consejos para un almacenaje óptimo, así como sobre la duración prevista de la prenda en función de su utilización.
• Tallas: la ropa de protección debe marcarse con tallas basadas en las dimensiones corporales en centímetros.

Aunque la norma EN ISO 13688:2013 establece únicamente los requisitos base que debe cumplir el vestuario laboral, lo más común es que a ella se unan otras que designen una protección más específica como puede ser la UNE EN 14058:2004 para protección contra ambientes fríos o la EN 343 contra el mal tiempo.

Mayor adaptabilidad y eficiencia

La constante evolución de la tecnología de los materiales permite que el vestuario laboral resulte cada vez más cómodo para el trabajador sin necesidad de renunciar a la protección y durabilidad que se espera de ella. La utilización del stretch en prendas como los equipos de protección individual supone toda una revolución del confort del que profesionales de todo tipo de sectores pueden beneficiarse en su día a día.

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