Protección respiratoria

Aunque existen filtros con indicador de vida útil, no suelen ser comunes en el mercado*, es por ello que conviene saber los factores más comunes a la hora de cambiar tu EPR.

Partículas. Cuando detectamos más resistencia de la habitual al respirar o se crea vacío dentro de la mascarilla, significa que el filtro esta obturado y hay que cambiarlo.

Vapores/Gases. Cuando detectamos el olor o sabor al contaminante expuesto, significa que el filtro ya no recoge más el contaminante y lo deja pasar hacía el interior.

En el caso de vapores/gases inodoros e insípidos, conviene hacer un estudio más en profundidad donde se analicen no sólo la concentración en el aire del contaminante y el VLA, sino también las condiciones particulares del puesto de trabajo (exigencia física, tiempo continuado o intermitente, otros riesgos asociados, etc) así como las condiciones individuales del trabajador (estado salud, fisionomía, compatibilidad con otros EPIs, etc).

Si quieres ampliar tu conocimiento sobre cuándo cambiar el filtro de una mascarilla te recomendamos este post.

También puedes contactar con nuestros especialistas de EPIs para que te asesoren según tus necesidades.

Una vez que tengamos el listado de posibles contaminantes, debemos ir al listado de Valores Límites Ambientales, publicado anualmente por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), para comprobar en qué concentración se considera dañino para el ser humano o por el contrario si no existe ningún riesgo al no estar listado.

Para comprobar a qué contaminantes podemos estar expuestos, debemos analizar tanto los productos con los que trabajamos, así como el proceso que les aplicamos.

Partículas. Suelen provenir del proceso productivo, por ejemplo, del corte de madera o metal (humos de soldadura). Prestar especial atención si pueden generar ATEX.

Gases. Son fáciles de detectar si son utilizados directamente, aunque también se generan debido al proceso, como los gases de combustión de un motor en marcha.

Vapores. Suelen provenir de los productos químicos, para lo cual buscaremos los agentes químicos en la Ficha de Seguridad de cada producto. Al mismo tiempo, es importante conocer los vapores que pueden generarse en una reacción química cuando juntamos varios productos. Dos productos inocuos por separado pueden producir vapores dañinos cuando son mezclados.

Para medir el oxígeno en el aire, necesitas un detector monogas de oxígeno. En este post te explicamos cómo medir y qué medidas especiales a aplicar si detectas una deficiencia.