La protección respiratoria es una de las partes más importantes de los equipos de protección individual. Esta protección se encarga de proteger las vías respiratorias frente a la exposición de partículas, polvo, vapores o gases que puedan resultar perjudiciales para la salud. Esto convierte a las mascarillas, sin duda, en un elemento imprescindible del equipo de protección principalmente en sectores como el industrial.
Sin embargo, y aunque es cierto que existe una amplia variedad de mascarillas para utilizar en el ámbito laboral, existe un tipo de mascarilla que se encuentra entre las más completas: la mascarilla de carbón activo, (o carbón activado).
Si quieres saber por qué han cobrado tanto protagonismo este tipo de mascarillas no te pierdas el siguiente artículo.
Cómo son y cómo funcionan las mascarillas de carbón activo
La principal característica que distingue a las mascarillas de carbón activo frente a otras protecciones respiratorias es el uso del carbón activado como elemento filtrante. El uso de este carbón permite filtrar y reducir la toxicidad de sustancias como gases y vapores en bajas concentraciones.
La protección del carbón activado puede encontrarse tanto en mascarillas autofiltrantes que lo incorporan en su composición, como en filtros que incorporar a mascarillas con capacidad para albergar filtros.
El carbón activo (o activado) es un elemento conocido por tener una gran capacidad de absorción, lo que lo convierte en un sistema muy eficaz de filtración. Este cabrón activado retiene las sustancias nocivas, virus y bacterias que se encuentran en el ambiente, dejando pasar un aire más limpio al organismo del usuario.
Tipos de protección de las mascarillas de carbón activo
Debido a su alta tasa de retención y filtrado de sustancias nocivas las mascarillas de carbón activado se encuentran clasificadas como equipos de protección individual respiratoria FFP2 y FFP3. Si bien existe una clasificación dentro de los propios filtros de carbón activado en función de los compuestos de los que protegen al usuario:
- Categoría A: Previene de gases y vapores orgánicos con punto de ebullición mayor a 65ºC.
- Categoría AX: Protege contra gases y vapores orgánicos con punto de ebullición menor a 65ºC.
- Categoría B: Impide el paso de gases y vapores inorgánicos.
- Categoría E: Filtra el dióxido de azufre y los vapores ácidos.
- Categoría K: Protege frente al amoniaco y los derivados orgánicos del amoniaco.
- Categoría SX: Filtra otros gases y vapores específicos.
Son los Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales los que deben realizar una evaluación del riesgo que se presenta en el puesto de trabajo para determinar el tipo de filtro y nivel de protección respiratoria (FFP2 o FFP3) que debe utilizarse.
Las mascarillas de carbón activo FFP2 ofrecen protección contra partículas sólidas y humos y aerosoles líquidos nocivos. Estas sustancias pueden provocar irritación en las vías respiratorias a corto plazo y reducir la elasticidad del tejido pulmonar a largo plazo.
En el caso de las mascarillas de carbón activo FFP3 la protección que ofrecen es contra partículas sólidas, humos y aerosoles líquidos tóxicos y venenosos, virus, bacterias, hormonas y sustancias potencialmente cancerígenas como el sílice.
Riesgos contra los que protegen las mascarillas de carbón activo
Como ya hemos dicho anteriormente, las mascarillas de carbón activado son una parte esencial de la protección respiratoria principalmente de los trabajadores de las fábricas y el entorno industrial en general.
Al ofrecer protección frente a la presencia de gases y vapores orgánicos e inorgánicos (ozono, monóxido de carbono…), aerosoles (humo, polvo…), bioaerosoles y microorganismos; previenen el desarrollo de afecciones a medio y largo plazo como pueden ser:
- Alergias
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Fatiga
- Mareos
- Cáncer
- Irritación de la piel
- Irritación de los ojos
- Irritación de las mucosas
Precisamente estas afecciones son las más comunes en un entorno con una toxicidad ambiental tan alta como son la industria en general (química, farmacéutica…) y las fábricas en particular. Sin embargo, con la llegada de la COVID-19 también se han convertido en un equipo de protección respiratoria habitual para el sector médico debido a su protección frente a virus y bacterias.
Mascarillas de carbón activo en trabajos de soldadura
Si hay un trabajo en el que, sin duda alguna, se presente un ambiente de una toxicidad alta y un riesgo importante para el sistema respiratorio ese es el de soldadura. Para evitar el riesgo que supone la inhalación del humo de soldadura se recomienda el uso de mascarillas FFP3 con filtro de carbón activado certificadas por la norma EN149.
Las mascarillas FFP3 con filtro de carbón activado recomendadas para los trabajos de soldadura se encargan de eliminar los olores de los gases que se producen durante el proceso de soldadura como el ozono. De esta manera el sistema respiratorio del soldador queda protegido frente a este riesgo.
Sin embargo, y a pesar de su alta efectividad, en el caso de los trabajos de soldadura la mascarilla FFP3 con filtro de carbón activo se constituye como la protección más básica que puede utilizar el trabajador debido a su alto riesgo de exposición.
Normas imprescindibles en las mascarillas de carbón activo
Como ocurre con cualquier otra de las partes que conforman un equipo de protección individual, las mascarillas de carbón activado deben estar fabricadas y testadas de acuerdo a normativas diseñadas para garantizar su efectividad. En este caso las normas más importantes son EN149, EN140 y EN143.
- EN149: Esta norma regula los dispositivos de protección respiratoria con la finalidad de proteger de la inhalación de partículas tóxicas o patógenos a la persona que los utiliza. Además, la norma también propone una clasificación de las mascarillas en tres tipos (FFP1 o baja eficacia, FFP2 o media eficacia y FFP3 o alta eficacia).
- EN140: Esta norma regula las medias máscaras reutilizables con válvula de exhalación, haciendo hincapié en la necesidad de utilizar un material elástico que garantice una buena sujeción a la cara del usuario, así como en la posibilidad de cambiar los filtros.
- EN143: Esta norma regula los filtros antipartículas que se utilizan en las medias máscaras proponiendo una clasificación en función de la eficacia de su protección, a saber (FFP1 o baja eficacia, FFP2 o media eficacia y FFP3 o alta eficacia).
Encuentra la mascarilla de carbón activado que necesitas
Si hay algo fundamental a la hora de utilizar un equipo de protección individual es encontrar el que se ajuste adecuadamente a las necesidades del usuario. Si necesitas asesoramiento para encontrar la protección respiratoria necesaria para ti o tus trabajadores no dudes en contactar con los profesionales de Lyreco.
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