El uso de mascarillas se ha extendido en los últimos tiempos debido a la aparición del SARS-COV2 y sus medidas de prevención. La concienciación ciudadana sobre la necesidad de protegerse y proteger se ha multiplicado, pero lo cierto es que el entorno en el que sigue prevaleciendo el uso de mascarillas sigue siendo el laboral.
Los equipos de protección respiratoria resultan fundamentales en los ambientes laborales en los que el trabajador se encuentre en una atmósfera peligrosa. Con esto nos referimos a los entornos laborales en los que se presentan sustancias nocivas como partículas, gases, vapores o agentes biológicos. También entran en esta categoría aquellos en los que existe una deficiencia de oxígeno.
La influencia de la crisis que supuso la aparición de la Covid-19 sigue dejándose notar en la oferta de equipos de protección respiratoria. Con la crisis sanitaria y la necesidad de protección de la población hizo aparición un modelo de mascarilla nunca vista hasta entonces. Es la mascarilla con ajuste hasta oreja.
Sin embargo, este nuevo modelo presenta un hándicap. Esta sujeción hace que el ajuste de la mascarilla sea peor y, por tanto, su efectividad descienda de forma sensible en comparación con la de ajuste trasnuca.
Te contamos cómo lograr la mayor efectividad a la hora de proteger tus vías respiratorias en el entorno laboral.
¿Cuándo utilizar mascarilla en el entorno laboral?
Partículas en suspensión, gases, fibras, vapores y agentes biológicos son los principales riesgos a los que puede enfrentarse un trabajador en su entorno laboral y por los que puede necesitar hacer uso de equipos de protección respiratoria.
Sectores como el de la construcción, el farmacéutico, la soldadura, las fundiciones o los laboratorios químicos requieren de la utilización de este tipo de equipos para evitar la exposición de los trabajadores a los riesgos antes mencionados. Su función es la de prevenir enfermedades profesionales que pudieran confundirse con otras más comunes.
De esta manera podemos decir que los equipos de protección respiratoria serán imprescindibles siempre que:
- Se presenten contaminantes en la atmósfera del entorno laboral.
- Se desconozca qué tipo de contaminantes pueda haber en el ambiente del lugar del trabajo.
Y si bien hasta el momento la mascarilla autofiltrante más utilizada había sido aquella con ajuste trasnuca, que permitía una mejor adaptación al rostro, recientemente se ha incorporado una nueva sujeción con una eficiencia muy discutida, la sujeción a oreja.
Como ya te hemos mencionado, la llegada de la pandemia de la Covid-19 trajo consigo este nuevo modelo de sujeción cuya eficacia en un entorno laboral de riesgo sigue siendo cuestionada a día de hoy. Y es que, si bien este nuevo modelo proporciona un mayor confort al usuario, su peor ajuste puede suponer un riesgo para este en entornos laborales de riesgo.
¿Qué formatos de mascarillas pueden encontrarse?
Las mascarillas autofiltrantes más utilizadas en el entorno laboral son las FFP2, ya que ofrecen una protección eficiente ante niveles de riesgo medio para la salud del usuario. Por lo general son mascarillas que incorporan una pieza metálica sobre la nariz que permite un mejor ajuste para evitar que el aire salga por la parte superior de dicha mascarilla.
Sin embargo, donde se aprecia una mayor diferencia en este tipo de mascarillas es en su diseño. En función de él es posible encontrarlas cónicas, horizontales (también conocidas como mascarillas de pico de pato) o verticales.
En comparación con las popularizadas mascarillas quirúrgicas podemos decir que estas tienen un mayor ajuste y, por tanto, ofrecen una mayor eficiencia al trabajador que las utiliza. Algo que evidencia que, tan importante como el factor de protección que ofrecen, es el ajuste de la propia mascarilla.
La importancia del ajuste de la mascarilla
El ajuste perfecto al rostro es, sin duda, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar una mascarilla para trabajar en un entorno laboral de riesgo. De nada sirve una mascarilla FPP3 con filtros intercambiables avanzados si el ajuste al rostro es deficiente.
¿Cómo podemos saber si una mascarilla está ajustada tal y como debería? Es algo muy sencillo. Si al utilizar dicha mascarilla el trabajador nota que la mascarilla se mueve cuando inhala y exhala es posible que el ajuste sea deficiente. Lo mismo aplica a trabajadores que utilicen gafas o deban usar gafas de protección, si estas se empañan significa que la mascarilla no está suficientemente ajustada al rostro.
Este es, sin duda, uno de los grandes problemas que ha traído consigo la generalización de las mascarillas con sujeción a oreja. Algo que también se deja notar en los trabajadores con barba, para los que este tipo de mascarillas resulta una protección reducida debido al ajuste deficiente.
Por este motivo, desde Lyreco pensamos que el ajuste trasnuca sigue siendo el más eficiente para la protección respiratoria en el entorno laboral.
¿Cómo mejorar el ajuste de las mascarillas con sujeción a oreja?
Uno de los aspectos más importantes de una mascarilla es el Factor de Ajuste. Este representa la verdadera eficacia de la mascarilla, sin importar si se trata de una mascarilla FFP1, FFP2 o FFP3. Gracias a este factor se puede determinar si una mascarilla es apta para protegerse en un entorno peligroso.
Este Factor de Ajuste es el resultado del ajuste de una mascarilla concreta a un individuo específico y puede expresarse de la siguiente manera:
Factor de Ajuste= Concentración exterior / Concentración interior
Tal y como hemos mencionado previamente, las mascarillas con sujeción a oreja presentan un peor ajuste que aquellas con ajuste trasnuca. Son muchos estudios en los que este tipo de mascarillas no pasan el test de ajuste debido a su peor adaptación a la fisionomía del rostro. ¿Qué hacer entonces?
La mejor recomendación para seguir utilizando mascarillas con sujeción a oreja es recurrir a los ya tan popularizados adaptadores que permiten convertirlas en mascarillas de ajuste trasnuca. También es posible incorporar acotadores en las gomas de dichas mascarillas, unas pequeñas piezas de plástico que permiten ajustar la longitud de dicha goma para que la mascarilla quede lo más pegada posible al rostro.
Pero, de la misma manera que recomendamos estos métodos de ajuste, también tenemos que desaconsejar el uso de otros métodos. Por ejemplo, el cruzado de las gomas, que además de ser ineficiente permite que se formen bolsas en los laterales de la mascarilla y se reduzca la protección. Otro claro ejemplo es el de la realización de nudos en las gomas, que tampoco resulta eficiente a la hora de proporcionar la protección debida.
Cómo saber si el ajuste es eficiente: test cuantitativo y test cualitativo
Existen diferentes formas de saber si el ajuste de una mascarilla es el adecuado para proteger al trabajador en su entorno laboral. Los más habituales son los conocidos como test cuantitativo y test cualitativo.
El test cuantitativo valora el ajuste adecuado de la mascarilla a la cara del usuario midiendo la fuga de la mascarilla. En este test se compara la medición de partículas que hay en el ambiente con las que hay en el interior de la mascarilla mientras se realizan actividades que simulan situaciones en el día a día del trabajador.
El factor de ajuste mínimo de una mascarilla autofiltrante debe ser 100 o superior, lo que indica que el aire del interior de la mascarilla tiene 100 veces menos partículas que el aire del exterior.
Por otro lado, el test cualitativo podemos denominarlo como un test del tipo pasa o no pasa. Es decir, un test que confía en la respuesta sensorial (gusto y olfato) del usuario para detectar el agente que se utilice durante la realización del test.
¿Qué riesgos supone un mal ajuste de la mascarilla?
Tal y como ya hemos mencionado, la utilización de la mascarilla en el entorno laboral proporciona al trabajador la seguridad que necesita para desarrollar su trabajo. Sin embargo, si el ajuste de dicha mascarilla es deficiente, esta será únicamente una falsa sensación de seguridad.
Y es que, un mal ajuste de la mascarilla puede suponer la inhalación de sustancias tóxicas, partículas, o agentes biológicos que pongan en riesgo la salud del trabajador. Unas afecciones que pueden tomarse como normales o de otro origen al creerse el usuario protegido de forma eficaz utilizando una mascarilla con un mal ajuste.
Por este motivo resulta fundamental seleccionar de forma cuidadosa los equipos de protección respiratoria que van a utilizarse en el entorno laboral.
Un ajuste que marca la diferencia
Con los años de experiencia que nos avalan, desde Lyreco creemos que la mejor opción para una buena protección respiratoria en el entorno laboral es la que proporcionan las mascarillas con ajuste trasnuca.
Modelos como el Aura 9312+, de 3M que puede encontrar en nuestro catálogo ofrecen el ajuste más adecuado para poder desempeñar cualquier actividad laboral sin riesgos para el usuario. Lo mismo que otros modelos como la Moldex 2405-FFP2 o la Climax 1720-C FFP2 carbón activo que también se pueden encontrar en el catálogo de Lyreco.
Consulte nuestro catálogo para conocer todos los modelos de mascarillas autofiltrantes con ajuste trasnuca que pueden adaptarse a sus necesidades. Y recuerde que si necesita asesoramiento para elegir su equipo de protección individual los profesionales de Lyreco pueden asesorarle.
Íñigo Marguello
Especialista en seguridad laboral en los distintos sectores industriales con gran experiencia en el mercado nacional e internacional, tanto como fabricante de EPI como distribuidor. Vocación por la seguridad de los trabajadores y un apasionado de la protección ocular y las nuevas tecnologías y tendencias en equipos de protección Individual.
27 comentarios
Twicsy
I just like the helpful info you supply on your articles. I'll bookmark your blog and test once more right here regularly. I'm rather certain I'll be informed many new stuff right right here! Good luck for the next!
Twicsy
I've read several just right stuff here. Definitely price bookmarking for revisiting. I wonder how a lot effort you place to make this kind of excellent informative website.