Como reducir los riesgos derivados de una mala protección auditiva

28 de febrero de 2022

Protección auditiva

Como reducir los riesgos derivados de una mala protección auditiva

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Exponerse a altos niveles de ruido de forma prolongada en el tiempo sin protección es claro que puede ser dañino para la salud auditiva. Pero la realidad es que bastan unos pocos minutos al día para que el riesgo de que tu canal auditivo se vea afectado sea alto. Por este motivo es necesario el uso de protección auditiva en el puesto de trabajo si en este te ves sometido a un ruido constante superior a 85 decibelios.

¿Sabías que la pérdida auditiva es una de las enfermedades laborales más comunes en todo el mundo? En Europa supone una tercera parte de las enfermedades de origen laboral, por delante de los problemas respiratorios y cutáneos. Mientras tanto, en USA es la tercera enfermedad laboral más común.

Conocer en profundidad las consecuencias provocadas por una mala protección puede ser el camino que incremente la percepción de la importancia de este tema.

Protección auditiva, ahora Categoría III

Desde el año 2020, los equipos de protección individual destinados a la protección auditiva han pasado de encontrarse tanto en la Categoría II como en la Categoría III a formar parte únicamente de la Categoría III. Pero, ¿a qué se debe un cambio tan importante?

Sí bien se considera que la exposición prolongada a un ruido continuo igual o superior a 85 decibelios entraña riesgos para la salud auditiva la realidad es que la pérdida de la audición va más allá. La exposición al ruido se produce muchas veces de forma desapercibida, en ocasiones de una forma menos molesta de lo que podríamos pensar. Sin embargo, la lesión en la audición se convierte en irreversible después de un tiempo.

Son estos daños colaterales provocados por la exposición prolongada a ruidos inferiores a 85 decibelios los que han provocado el cambio de la categorización de la protección auditiva como EPI de Categoría II a EPI de Categoría III según el nuevo Reglamento (UE) 2016/425.

Además, la norma EN 352, que establece los requisitos para la construcción, el diseño, el rendimiento y el marcado de los protectores auditivos, aumenta los niveles de exigencia a este tipo de protecciones. Y es que esta norma estipula que, a partir de 80 decibelios es recomendable ofrecer protección a los empleados, un uso que se convierte en obligatorio si los decibelios llegan a 85.

Límites de la exposición al ruido

Hasta ahora hemos mencionado que el límite a partir del cual la exposición prolongada al ruido sin protección auditiva resultaría irreversible es 85 decibelios. Sin embargo, también resulta necesario recordar cuáles son los límites de esta exposición más allá de esta cifra tal y como muestra la siguiente tabla:

los límites de la exposición

Consecuencias de la pérdida de la audición

Cuando hablamos de problemas derivados de la protección inadecuada de la audición no nos referimos únicamente a la pérdida de la audición. La exposición prolongada a los sonidos superiores a 80 decibelios sin protección auditiva puede provocar otras lesiones tales como:

 

  • Tinnitus, lo que se identificaría como un zumbido permanente en el oído
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Ansiedad
  • Insomnio y dificultades para dormir
  • Estrés
  • Alteración de la función digestiva
  • Aumento de determinadas secreciones hormonales
  • Agravamiento de los problemas circulatorios

Como ves, no contar con la protección adecuada en el ámbito laboral puede suponer problemas tan limitantes como la propia pérdida de audición.

La importancia de la prevención

Como ocurre con cualquier otro tipo de peligro, la prevención resulta esencial para que no se produzcan daños durante el ejercicio de nuestras funciones profesionales. En el caso del daño auditivo es posible aplicar varios métodos de prevención:

  • Cálculo del SNR correcto para cada puesto de trabajo: Este cálculo permite estimar la protección adecuada con la que debe contar el trabajador para atenuar el ruido al que se expone en el ejercicio de sus funciones laborales.
  • Prevención de la sobreprotección auditiva: Resulta esencial evitar casos como este, ya que puede llevar a situaciones igual de peligrosas como puede ser la imposibilidad de escuchar señales de seguridad o impedir una comunicación efectiva entre trabajadores.
  • EPI con comunicación integrada: En los casos en los que la protección auditiva resulta esencial contar con EPI con comunicación integrada puede ayudar a una mejor comunicación entre trabajadores sin exponerse al riesgo que supone quitárselo.
  • Formación y sensibilización: De la misma manera que existen campañas para la sensibilización frente a riesgos como puede ser el manejo de sustancias tóxicas, también resulta útil aplicar esto a la protección auditiva. Haciendo que los trabajadores se familiaricen con las protecciones y las situaciones en que han de utilizarlas, así como de los riesgos que supondría no hacerlo, resultará más fácil mantener un entorno laboral seguro y protegido.

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