El buen estado del material de protección con el que los trabajadores se protegen de los distintos riesgos y amenazas propios de su actividad resulta fundamental. Si dichos equipos de protección individual (EPI) van dirigidos a proteger a las personas que trabajan en altura, las medidas deben ser extremas. Una excelencia en el control de los equipos que se encaja dentro de un marco legal muy exigente que determina las condiciones y las características de la revisión.
Una correcta revisión y control de todos y cada uno de los elementos evitará la asunción de riesgos innecesarios y proporcionará la confianza que necesitan trabajadores y empresarios. Una empresa que cumpla con la normativa en este sentido y que consiga tener a los empleados motivados y concienciados tendrá más papeletas para seguir creciendo y ser más productiva.
¿Es hora de renovar el arnés?
¿Quién debe hacer la revisión de los equipos de altura?
¿Cómo puedo saber si el resto del equipamiento para los trabajos en altura está en condiciones?
¿Cómo se tiene que hacer el mantenimiento y la revisión que garantice el buen estado del material de seguridad?
¿Qué fecha hay que tener en cuenta para medir la durabilidad de mis equipos?
En el presente artículo intentaremos responder a estas preguntas y dar alguna clave para realizar el correcto mantenimiento de los EPI
Equipos de altura susceptibles de revisión
Son varios los elementos que se pueden agrupar dentro del concepto de equipos de seguridad para trabajos en altura. Destacan entre todos ellos los arneses, catalogados como EPI de categoría III, por la importancia de su control al proteger a los trabajadores de riesgos graves o daños irreversibles. El equipo se compone de:
- Los arneses de seguridad son la pieza principal de los trabajos en altura. En función del modelo de arnés existe una normativa diferente. Así en los cinturones de sujeción y retención son la EN 354 y la EN 358; en los arneses de asiento habrá que cumplir lo establecido por la EN 354, EN 358 y EN 12841C; en arneses anticaídas son la EN 360, EN 355 y EN 353.1/2 y arneses integrales EN 354, EN 358, EN 12841 A/B/C, EN 360, EN 355 y EN 353.1/2.
- Cuerdas o cintas sencillas. Entran dentro de los equipos compuestos básicamente de tejidos y cuerdas.
- Los absorbedores de energía regulados por la EN 355 y otro tipo de dispositivos anticaídas (que a su vez pueden ser retráctiles o deslizantes), se encuadran en los denominados subsistemas de conexión.
- Líneas de vida o anclajes, tanto horizontales como verticales, son los dispositivos que permiten al trabajado desplazarse y moverse con seguridad por el recorrido.
- El casco debe responder a las necesidades del riesgo concreto, y cubrir la cabeza en su parte frontal, temporal y occipital.
La revisión de cada uno de los dispositivos es obligatoria y debe de realizarse por personal competente, tal y como veremos que determina la normativa. Si quieres saber sobre plazos y metodologías es importante repasar los siguientes puntos.
¿Cuándo se tienen que revisar los equipos de altura?
La norma EN 365 combinada con el RD 1215/97 establece una serie de requisitos para realizar las labores de revisión de los equipos de protección de altura. Para cumplir con el mandato legal se exige una revisión anual a los EPI contra caídas en altura. Esta revisión obligatoria debe realizarse por personal competente y se combina con otras dos revisiones que también hay que hacer.
En los supuestos en los que el equipo se haya visto en alguna situación especialmente crítica: accidente, ambientes corrosivos o en condiciones extremas… el equipo debe de ser revisado igualmente por una empresa o persona competente.
Todo ello sin olvidar la revisión regular y habitual. Es necesaria una revisión previa a cada utilización de los dispositivos. Dicha revisión se realiza de manera visual por el propio usuario que va a utilizar el equipo, y es especialmente importante si se trata de un equipo compartido. En caso de detectarse alguna anomalía, daño o defecto se comunicará inmediatamente al superior responsable.
En la revisión visual se comprueba todo el equipo buscando signos de desgaste, bultos en el tejido o el alma de las cuerdas, el estado de las costuras, la suciedad de las cintas, o los daños provocados por la acción del calor…
Caducidad de los arneses y del equipo de protección
Cuando se habla de caducidad nos referimos exclusivamente al vencimiento del periodo máximo de utilización del equipo. La fecha de caducidad es independiente de todo el proceso de revisión que se ha mencionado con anterioridad. Es el fabricante el que debe establecer la fecha de caducidad en el manual de instrucciones del producto.
Antes de examinar las reglas habituales para calcular la caducidad es básico diferenciar entre la fecha de fabricación de un producto y la fecha de puesta en servicio de este. Cada fabricante debe especificar si en el cálculo de la vida útil de un equipo se toma como referencia la fecha de fabricación o la fecha de puesta en servicio.
En la práctica los fabricantes en consonancia con la normativa al respecto suelen establecer las siguientes caducidades:
- Los equipos metálicos salvo determinadas excepciones no caducan
- En los equipos textiles hay una fecha tope en cualquier caso que son los 10 años desde la fecha de fabricación. En ocasiones esta regla se puede limitar a los 5 años desde la fecha de puesta en servicio.
Estas reglas no operan en el caso de equipos sometidos a condiciones extremas o con un uso intensivo. Donde habrá que estar atento a las indicaciones del fabricante.
El fabricante siempre deberá mostrar de manera visible y clara el mes y año de fabricación, y si es posible, el mes y año de caducidad del EPI, tal y como establece el artículo 2.4 del reglamento europeo 2016/425 al respecto.
¿Cómo se debe realizar la revisión de los equipos de altura?
Tal y como se ha establecido antes, existen distintos tipos de revisiones de los EPI de altura:
- La revisión previa a cada uso la realiza cada usuario de manera visual. Es importante que el usuario esté familiarizado con el equipo y conozca los riesgos de los que debe protegerse.
- La revisión anual y la revisión tras accidente o por estar sometido a condiciones especiales debe ser realizada por personal competente, tal y como establece la UNE – EN 365 y el RD 1215/97. Se entiende por personal competente a quien esté formado en los requisitos fijados para las revisiones y los especificados por el fabricante.
En la práctica la formación de personal competente en las empresas es una labor muy complicada y que puede desvirtuar las garantías que persigue la normativa. Por esta razón muchas empresas apuestan por profesionales cualificados, que se encargan del mantenimiento y de hacer todas las revisiones pertinentes con todas las garantías. Si quieres saber más sobre cómo funcionan estos servicios haz clic en el siguiente botón.
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Control de los equipos a través de las fichas de seguimiento
Para poder llevar un control minucioso de los EPI de altura y que no se pase ninguna de las fechas y revisiones que hemos visto en este artículo y cumplir con la norma EN 365, los fabricantes facilitarán junto con los equipos una plantilla de control. Dicha plantilla contendrá la información relativa a la fecha de fabricación, caducidad, puesta en servicio… Será responsabilidad de la organización del usuario el proporcionar la ficha e introducir en la misma los detalles requeridos. La empresa controlará y actualizará de manera diligente la ficha, con la información sobre el uso y las revisiones.
A modo de ejemplo la propia norma añade la siguiente ficha:
Limpieza, mantenimiento y conservación de los equipos
Nada de lo que se ha regulado y escrito sobre la caducidad de los arneses y demás elementos del EPI de altura tendría sentido si no se hace un mantenimiento correcto de los equipos.
Nuevamente habrá que examinar las indicaciones del fabricante en el manual de instrucciones del producto para el correcto mantenimiento de los EPI. La limpieza resulta fundamental para evitar el desgaste de los dispositivos. Para hacerse correctamente ésta debe realizarse con una solución jabonosa y dejar que se seque al aire libre, pero lejos del sol directo.
Una vez que estén secos los equipos, deben guardarse en los estuches o bolsas correspondientes. Y se recomienda hacer una nueva visual para detectar posibles anomalías o defectos en las piezas. A la hora de guardar los equipos conviene también evitar la exposición a los rayos solares, así como frente a otras inclemencias meteorológicas.
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