Cascos de protección: conservación, mantenimiento y caducidad

21 de febrero de 2022

Protección de cabeza

Cascos de protección: conservación, mantenimiento y caducidad

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La protección de la cabeza es una parte fundamental de cualquier equipo de protección individual. Gracias a esta protección, sobre todo en los trabajos que se desarrollan en industria, se mantiene a salvo la parte superior de la cabeza de heridas causadas por posibles accidentes. Aunque no es la única protección que ofrecen, ya que también pueden encontrarse preparados para proteger frente a riesgos de descarga eléctrica o a altas temperaturas.

Lo fundamental para que estos cascos de protección sigan encontrándose en perfecto estado es necesario llevar a cabo un buen mantenimiento del material. La manera en que se almacenen o los agentes a los que estén expuestos pueden hacer que, con el tiempo, pierdan la función protectora para la que fueron creados.

Descubre como se debe hacer el mantenimiento de un casco de protección en función de su tipología y aprende a reconocer el etiquetado de los mismos.

Marcado de los cascos de seguridad

La mayor garantía de protección que puede ofrecer un casco es su marcado, ya que este indica que está preparado para ofrecer la protección necesaria. El principal es el marcado CE, que se obtiene según lo dispuesto en el Real Decreto 1407/1992 y su modificación 159/1995 que regula las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual.

El Real Decreto no es el único documento que regula el marcado de los cascos de seguridad. Según lo exigido en la norma UNE EN 397:1995, que establece los requisitos que ha de cumplir un casco de protección para la industria, los cascos de protección pueden estar marcados con:

  • Número de la norma europea (EN 397).
  • Nombre o marca de identificación del fabricante.
  • Modelo (tal y como lo designe el fabricante).
  • Año y trimestre de fabricación.
  • Rango de tallas en cm.

Otras normas que influyen directamente en este marcado son la 812:2012 para cascos contra golpes para la industria y la EN 14052:2012+A1:2012 para cascos de altas prestaciones para la industria.

Incluso es posible encontrar un marcado adicional para indicar los requisitos adicionales que cumple el casco de protección y que determinan su uso para actividades específicas según lo regulado en las normas UNE EN 50365:2003 (cascos eléctricamente aislantes) y UNE EN 443:2009 (cascos para la lucha contra el fuego):

  • -20º C o -30ºC: Resistencia a muy baja temperatura.
  • +150º: Resistencia a muy alta temperatura.
  • 440 Vac: Aislamiento eléctrico.
  • LD: Resistencia a la deformación lateral.
  • MM: Resistencia a las salpicaduras de metal fundido.

La importancia del folleto informativo

La obtención del marcado CE que otorga la Unión Europea resulta esencial para cualquier equipo de protección individual. En el caso de los cascos de protección también resulta fundamental la presencia de un folleto informativo. De esta forma el usuario puede mantenerse informado en todo momento acerca de las características de su casco de seguridad.

Para que este folleto informativo sea lo más completo posible, y según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social del Gobierno de España, en él deben figurar:

  • Nombre y dirección del fabricante.
  • Instrucciones de ajuste, uso, limpieza, mantenimiento, revisión y almacenamiento.
  • Accesorios y repuestos posibles para el casco de seguridad.

Contar con este tipo de información facilita el correcto uso del equipo de protección individual y, al mismo tiempo, permite conservarlo de forma adecuada para prolongar su durabilidad en un estado adecuado.

Cascos de seguridad: ¿qué cuidados debo tener?

Cualquier prenda perteneciente a un equipo de protección individual debe someterse a un correcto cuidado que permita prolongar su vida útil en óptimo estado lo máximo posible. Los cascos de seguridad no son una excepción, por eso es necesario mantenerlos protegidos de los elementos que pueden causar daños a su integridad.

Teniendo en consideración que la mayoría de cascos de seguridad están fabricados en materia plástica resulta esencial protegerlos de acciones que puedan acelerar su deterioro tales como:

  • Exposición a determinadas acciones químicas.
  • Exposición a la luz solar y las radiaciones UV.
  • Exposición al calor y frío extremos.
  • Exposición a la humedad.
  • Acción mecánica.
  • Utilización errónea.

El mantenimiento adecuado para cada casco

Mantener en buen estado el casco de seguridad resulta fundamental para que este siga cumpliendo su función protectora adecuadamente. Aunque ya hemos mencionado algunos de los riesgos que se deben evitar para que su deterioro sea rápido, también es necesario tener en cuenta que su mantenimiento juega un papel muy importante.

La suciedad y el deterioro del casco son dos de los grandes enemigos de su integridad. Por este motivo realizar controles periódicos de nuestro equipo de seguridad puede ayudarnos a apreciar cualquier señal de deterioro con anticipación. Además, seguir las instrucciones de mantenimiento del fabricante también contribuye a una mejor conservación del casco.

La forma y el lugar en el que se almacena el casco de seguridad también influyen directamente en su durabilidad y el mantenimiento de la integridad del mismo, tanto antes de llegar a manos del usuario como entre períodos de uso. De esta manera lo mejor es mantenerlo en lugares no sometidos a radiaciones ultravioleta o solares ni a altas o bajas temperaturas.

Para que un casco de seguridad se mantenga en un estado adecuado para su uso lo mejor es evitar:

  • Modificar o quitar cualquier pieza original que forme parte del casco, excepto modificaciones recomendadas por el fabricante.
  • Adaptar el casco para la fijación de accesorios no recomendados.
  • Aplicar adhesivos o etiquetas autoadhesivas a no ser que la empresa fabricante indique lo contrario.
  • Aplicar pinturas o disolventes.

Por el contrario, para realizar un buen mantenimiento del casco lo mejor es tener en cuenta algunos detalles como:

  • Si el casco está fabricado en polietileno, polipropileno o ABS y se utiliza habitualmente al aire libre o cerca de fuentes ultravioleta es normal que su degradación sea más rápida. Por este motivo se recomienda sustituirlos al menos una vez cada 3 años para seguir garantizando la seguridad del usuario.
  • En caso de aparecer alguna decoloración o grieta, o si cruje o desprende fibras el casco debe desecharse.
  • Si se ha sufrido un golpe fuerte, aunque no presente signos de deterioro, también es recomendable desecharse para prevenir daños futuros.
  • La desinfección del casco ha de realizarse con la solución adecuada, de manera que no ponga en peligro la integridad del equipo de protección individual.
  • Es necesario eliminar los materiales que se adhieran al casco (yeso, cemento, cola, resinas…) haciendo uso de medios mecánicos o bien de agua caliente, detergente y un cepillo de cerdas duras.
  • En los momentos en los que no se esté usando el casco debería guardarse en horizontal o colgado de un gancho en un lugar protegido de la luz solar directa y de una temperatura o humedad elevada.

Una información fundamental

Si bien legalmente no se especifica ningún tipo de requisito concreto que establezca la caducidad de los cascos de seguridad, lo cierto es que la normativa EN 397 establece la obligatoriedad para el fabricante de especificar la vida útil recomendada en condiciones de uso normales.

Sin embargo, y aunque no haya normas concretas que lo estipulen, podemos considerar que la caducidad de un casco de protección la determina el tiempo que éste conserva su función protectora. Algunos de los signos más habituales que evidencian la caducidad del casco de seguridad son:

  • Presencia de grietas en el casco.
  • Rotura del arnés.
  • Abolladuras sensibles en la parte superior.
  • Deformaciones que impidan una correcta adaptación a la cabeza.
  • Marcas circulares alrededor del punto de inyección de la cima del casquete.

La presencia de alguna de estas señales provocadas por el uso regular del casco indica que el casco ha llegado a su límite de caducidad y es el momento de cambiarlo para seguir estando adecuadamente protegidos frente a los peligros en el entorno laboral.

Protección esencial para el trabajador

Los cascos de seguridad son, sin duda alguna, una pieza fundamental de cualquier equipo de protección individual que deba usarse en el entorno industrial y profesional. El buen estado del material será determinante a la hora de ofrecer la protección esperada y anunciada por el fabricante. Los usuarios deben ser responsables en el mantenimiento y así alagar la durabilidad del casco en las mejores condiciones.

 

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