Revisión de arneses, factores para no revisarlos y perder dinero
Los arneses, como cualquier equipo de protección individual, deben seguir unos criterios de almacenaje y mantenimiento adecuados para garantizar que sigan siendo útiles. Es en algunos elementos donde estas revisiones periódicas pueden ser vitales, estamos hablando de los arneses y los equipos anticaídas, cuyo objetivo es proteger a las personas que los usan de los riesgos derivados de los trabajos en altura y que permiten el desarrollo de su actividad en esas condiciones especiales. El que estos dispositivos sean de calidad, estén testados y homologados, y que sus condiciones antes de su uso estén comprobadas es un punto imprescindible para su uso.
Son obligatorias las revisiones de un arnés de seguridad.
Sí, las revisiones de los equipos de altura y entre ellos el arnés de seguridad son obligatorias. Esta obligatoriedad, además de la que marca el propio sentido común, la establecen las normativas recogidas en el Real Decreto 1215/97 donde en su artículo 3 nombra al empresario como el encargado de adoptar medidas necesarias de mantenimiento para que los equipos de trabajo se conserven durante el tiempo de utilización, siempre bajo las instrucciones del fabricante.
Esta misma idea se traslada en el RD 773/97 que establece en el artículo 7 que la utilización, mantenimiento, limpieza y desinfección deben estar de acuerdo a las instrucciones proporcionadas por el fabricante de los equipos. A estas normativas que establecen un cierto criterio común en que el encargado de los equipos debe mantenerlos de acuerdo a las instrucciones dadas desde el fabricante, se suman las evidentes recomendaciones dadas de que este tipo de equipos estén en condiciones óptimas y testadas durante toda su vida útil.
¿Quién revisa un arnés de seguridad?
En todas las normativas se alude a la figura de una persona competente y autorizada por el fabricante como la elegida a la hora de revisar un arnés de seguridad. Esta figura no está del todo definida, pero sí que se interpreta como alguien con conocimientos, responsable y apto para evaluar la calidad de estos equipos. Existen normativas que añaden un punto más a esta definición de persona competente, RD 1215/1997 y UNE-EN365 y hablan de personas autorizadas por el fabricante.
Estas revisiones deben realizarse en momentos puntuales y que pueden catalogarse en estos tres.
- Revisión antes de su utilización: es la más lógica y podría consistir en una revisión visual de los equipos antes de su uso, con comprobaciones lo más precisas posibles. Según el Real Decreto 773 si se establece que cualquier trabajador que utilice estos equipos y considere que existe un defecto, anomalía o daño, tiene como obligación el informar de ello a su superior jerárquico.
- Revisión anual desde el primer uso: son las revisiones más específicas y que deben llevarse bajo un plan y a cargo de la persona competente y autorizada en este sentido. Normalmente no se suele indicar un plazo para estas revisiones, aunque lo que se filtra de todos los manuales y documentaciones de los fabricantes suele ser un plazo de un año, por lo que se establece una revisión anual como lo establecido.
- Revisión especial, o tras una caída: esta revisión debe establecerse en momentos puntuales donde haya habido condiciones extremas que puedan haber dañado el equipo, o que se hayan vivido percances que puedan deducir que el equipo haya podido verse afectado.
¿Qué vigencia tiene un arnés de seguridad?
Según lo visto anteriormente, está aceptado el año como el periodo de vigencia del arnés de seguridad, pero esta aceptación no viene estipulada en ninguna normativa de forma explícita, por lo que no puede ser tomada como obligatoria. También hemos visto que muchos fabricantes incluyen en sus documentaciones las revisiones anuales como el tiempo óptimo entre una revisión y otra, si no han sucedido eventualidades que puedan hacer necesarias revisiones especiales. En cualquier caso, esta vigencia de un año no debe ser tomada como una vigencia sin ningún control, ya que las revisiones puntuales y previas a cada uso son algo aceptado.
¿Qué se debe revisar de un arnés de seguridad?
Las revisiones pueden ser más o menos profundas en función del momento y de la finalidad de la revisión, pero una revisión periódica sí debe ser específica y debe incluir la comprobación de varios aspectos necesarios. El primero de ellos puede ser los datos del fabricante y la información sobre la descripción del equipo, identificadores, uso previsto y cuáles son los límites para realizar la actividad. En esta información también se incluirán elementos importantes como la vida útil del arnés y las instrucciones sobre cómo debe estar conservado y almacenado.
Sabiendo esta información, que puede servir tanto para los test como para toda la vida anterior del equipo, podemos evaluar algunos aspectos de conservación y uso sin tener que hacer grandes comprobaciones.
Tras esta revisión documental, estaría la específica del equipo y que comprueba todos los materiales:
- Reatas y costuras: que estén íntegros, sin rotos ni desperfectos producto del uso, abrasiones, desgaste, quemaduras, daños por el sol o por otro tipo de sustancias. Esta comprobación puede hacerse efectuando pruebas de estiramiento manual de los textiles y viendo posibles fallos.
- Metales y plásticos: esto incluye las hebillas, los anillos en D y los agarres del arnés que deben funcionar perfectamente. Para comprobar también se deben observar si existen corrosiones, rotos, mellas, cortes y deformaciones propias de sustancias o abrasivos.
- Indicadores de carga: aquí hay que revisar minuciosamente las costuras y el estado de las mismas. Debido a que son partes importantes del arnés, cualquier mínimo deterioro puede suponer algo muy importante que debe ser notificado.
Toda la revisión debe estar correctamente documentada en las hojas de vida útil que proporcionan los propios fabricantes y que sirven como control a futuras inspecciones.
¿Cómo saber que ya no sirve un arnés de seguridad?
Una vez que las revisiones periódicas no solo son recomendables, sino obligatorias por lo extraído de las indicaciones de fabricantes, y que deben ser realizadas en diferentes puntos de la vida útil del producto, se puede deducir que cuando existen suficientes elementos que hacen no seguro el uso de este material la persona encargada y competente para ello debe decidir que ese arnés ya no sirve para la utilidad establecida independientemente del momento.
En cualquier caso, los equipos de protección individual como los arneses, y todos los elementos que incluyen, pueden tener una vida útil de varios años, pero siempre comprobados con revisiones periódicas establecidas por los fabricantes.
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