¿Cuántos elementos intervienen en la protección en altura?

06 de diciembre de 2021

Protección en altura

¿Cuántos elementos intervienen en la protección en altura?

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Hoy en día es de vital importancia que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo con todas las medidas de seguridad necesarias, para de esta forma prevenir riesgos laborales. Cuando hablamos de trabajos en altura, estas medidas deben ser aún y con más motivo, rigurosamente establecidas y seguidas, debido a la alta peligrosidad de este tipo de actividades. 

Es esencial que la empresa proporcione en todo momento a sus trabajadores los equipos de protección adecuados mediante una solución integral de prevención para trabajos en altura, garantizando de esta forma la seguridad y la salud en los puestos de trabajo. Estos equipos de protección son los denominados EPI o Equipos de Protección Individual, que han sido diseñados en este caso, para proteger a cualquier trabajador en riesgo de sufrir una caída en altura durante su descenso. Su principal objetivo es sostener y frenar el cuerpo del trabajador con total seguridad en los trabajos con riesgo de caída. 

Además, es fundamental que todos los trabajadores en altura conozcan en profundidad para qué están indicados y cómo usar y mantener los equipos de seguridad. Es por ello que la ley obliga a estar formado en la materia por un profesional autorizado. 

¿Cuáles son los elementos que intervienen en la protección en altura? 

Los elementos básicos que intervienen a la hora de proteger un trabajo en altura se dividen en dos grandes grupos, los elementos de protección colectiva (EPC) y los elementos de protección individual (EPI). 

Los primeros están compuestos por barandillas de seguridad, pasarelas de seguridad y escaleras de gato, y los segundos por arneses, subsistemas de conexión, anclajes y líneas de vida.  

Mientras que los primeros protegen a toda persona en ese entorno y evitan el riesgo, los segundos sólo protegen a la persona que los lleva y no evitan el riesgo, simplemente reducen los daños. Es por esto que siempre deberemos priorizar la implantación de equipos de protección colectiva frente a la protección individual si es posible. 

Todos los elementos de protección contra caídas deberán estar fabricados siguiendo exhaustivamente las normativas vigentes de seguridad en alturas. Es muy importante además, que los materiales con los que han sido fabricados los equipos de seguridad sean de excelente calidad y que se disponga en todo momento de un asesoramiento especializado por parte de un equipo de profesionales del sector.  

Equipos de protección colectiva EPC 

Cualquier elemento del entorno de trabajo que evita un riesgo, los más conocidos son: 

  • Vallas de seguridad. Evitan el acceso a una zona peligrosa o la precipitación de un cuerpo al vacío. 
  • Barandillas de seguridad. Están compuestas por una barra superior, plinto y montante. 
  • Pasarelas de seguridad. Son caminos de acceso necesarios para que los operarios circulen de forma segura en las zonas de trabajo con riesgo de altura. 
  • Escaleras de gato. Son estructuras metálicas fijas utilizadas como sistema de acceso a tejados, torres o chimeneas. Disponen de terminales de salida y descenso, material resistente a base de acero inoxidable y jaula protectora. 

 Equipos de protección individual EPI 

Son los sistemas anticaídas que están formados por todos aquellos componentes de seguridad que garantizan la protección del trabajador ante las situaciones con riesgo de caída de altura. Gracias a ellos, ante una posible caída el cuerpo será frenado, recorriendo la mínima distancia posible y quedando suspendido sin sufrir ningún tipo de daño. 

Un sistema anticaída consta de 3 elementos principales:

sistema anticaída

  • Arneses de seguridad anticaídas. Dispositivo de seguridad formado por un sistema de cintas que se ajusta sobre el cuerpo y que está pensado para detenerlo en caso de caída. También dispone de elementos de enganche y ajuste para amarrar al punto de anclaje o línea de vida.

Existen diversos tipos de arneses de seguridad anticaídas en función de cada tipo de trabajo en altura:

    • Cinturón de sujeción y retención. Dispositivo de prensión que rodea el cuerpo por la cintura y que ofrece una doble función, evitar que el trabajador alcance un lugar con riesgo de caída y mantenerle en posición correcta en el lugar de trabajo.
    • Arnés de asiento. Formado por un cinturón con un punto de enganche y dos soportes que rodean cada pierna para sostener el cuerpo en posición sentada. Ofrece las mismas funciones que los cinturones de seguridad.
    • Arnés anticaídas. Su función principal es la de detener una caída. Incorpora un punto de enganche para garantizar la conexión del subsistema anticaídas y la seguridad del usuario. Existen distintos tipos de arneses anticaídas en función de donde se encuentre el punto de enganche: enganche dorsal, enganche esternal, enganche ventral y enganche de posicionamiento.
    • Arnés integral. Formado por la unión de un cinturón de seguridad, un arnés anticaídas y un arnés de asiento.
  • Elemento de amarre o conexión. Conectan el punto de anclaje con el arnés de seguridad. Existen dos tipos de subsistemas de conexión:
    • Absorbedores de energía. Garantizan la parada en caso de caída en altura absorbiendo parte de la energía. Están formados por una cinta cosida y protegida que tiene la propiedad de descoserse en la caída.
    • Dispositivo anticaídas. Evitan la caída en altura de los trabajadores y pueden ser retráctiles y deslizantes. Los retráctiles disponen de una función de bloqueo automático y un sistema automático de tensión en forma de cable, banda o cuerda. Los deslizantes ofrecen una función de bloqueo automático y un elemento de guía, la cual puede ser rígida (cable metálico o raíl) o flexible (cuerda de fibras sintéticas o cable metálico).
  • Punto de anclaje. Conecta el subsistema de conexión a un elemento fijo. Debe poder resistir varias veces la fuerza del trabajador en caso de caída. Las neas de vida son los equipos contra caídas más comunes que pueden instalarse en cualquier tipo de superficie en altura, por ejemplo, a lo largo de un tejado. Pueden ser horizontales o verticales y deben permitir el paso continuo del trabajador. Las líneas de vida verticales son dispositivos de anclaje que permiten el desplazamiento vertical con la máxima seguridad y las líneas de vida horizontales son elementos de anclaje para colocar en un plano horizontal. Lo ideal es que se adapten a las curvas y sean altamente resistente ante una caída.

Normativas de trabajos en altura

La definición legal de un trabajo en altura es aquel que se realiza a más de 2 metros de altura. El uso y regulación de los equipos y sistemas para la realización de trabajos temporales en altura se rige por el Real Decreto 2177/2004, el cual es aplicable a trabajos con escaleras de mano, andamios y trabajos verticales.

Existe una amplia legislación en lo que a trabajos de altura se refiere, destacando de ella los siguientes puntos:

  • Se debe garantizar y mantener unas condiciones de trabajo seguras, dando más importancia a las medidas de protección colectiva frente a las medidas de protección individual.
  • La elección de las medidas a adoptar no podrá subordinarse a criterios económicos.
  • Cuando exista un posible riesgo de caída de más de dos metros, los trabajadores deberán disponer de barandillas o de cualquier otro sistema de protección colectiva. Estas barandillas tienen que ser resistentes, de una altura mínima de 90 centímetros y, cuando sea necesario dispondrán de una protección intermedia y de un rodapié.
  • Cuando sea necesario retirar de forma temporal algún dispositivo de protección colectiva contra caídas, hay que establecer medidas alternativas que no disminuyan el nivel de seguridad.
  • El paso en ambas direcciones entre el medio de acceso y las plataformas, tableros o pasarelas no deberá aumentar el riesgo de caída.
  • Los trabajos temporales en altura sólo podrán efectuarse cuando las condiciones meteorológicas no pongan en peligro la salud y la seguridad de los trabajadores.

Cada elemento que forma parte del sistema anticaídas está regulado por su normativa específica, como por ejemplo la EN 361 que regula los arneses anticaídas o la EN 355 para los absorbedores de energía. Para conocer todas las normativas, te recomendamos descargarte nuestra guía de protección en altura.

Cómo seleccionar el material adecuado

A modo de conclusión, podemos decir que los equipos de protección individual y colectiva y los sistemas de seguridad en altura son de una importancia vital a la hora de minimizar riesgos y prevenir accidentes de trabajo graves que puedan suceder a causa de una caída.

Es muy importante además, que nos pongamos en manos de profesionales expertos que nos asesoren sobre cuáles son los mejores medios disponibles para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y qué equipo de protección individual es el óptimo para utilizar en cada tarea. Además, estos profesionales del sector podrán formar a la plantilla para el uso correcto de las herramientas de seguridad, llevando a cabo y al mismo tiempo, un mantenimiento correcto de éstas.

 

160 comentarios

  • Kike

    Super interesante, siempre aprendo cosas nuevas

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