Encontrar los EPI adecuados para cada trabajo y situación puede resultar complicado. A la hora de buscar uno tan específico como el destinado a utilizarse en espacios confinados lo primero que hay que tener claro es qué se considera espacio confinado.
Según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales se entiende por espacio confinado “cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte de los trabajadores”.
Tipos de espacios confinados
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales también distingue dos tipos de espacios confinados:
- Abiertos por la parte superior y de una profundidad que dificulta su ventilación natural como los fosos de engrase de vehículos, las cubas de desengrasado, los pozos, los depósitos abiertos o las cubas.
- Cerrados con una pequeña abertura de entrada y salida como los reactores, los tanques de almacenamiento, las salas subterráneas de transformadores, los gasómetros, los túneles, las alcantarillas, las galerías de servicios o las bodegas de barcos.
Atendiendo a esta descripción que hace el Ministerio de lo que se consideran espacios confinados resulta evidente que se trata de escenarios que pueden entrañar riesgos para la integridad del trabajador. Sin embargo, actualmente no se cuenta con una legislación específica que regule un acceso seguro a estos espacios.
¿Cómo saber entonces qué EPI elegir para un espacio confinado?
¿Cuáles son los riesgos más comunes que pueden darse en un espacio confinado?
Para encontrar la protección adecuada es fundamental tener en cuenta a qué riesgos podemos enfrentarnos en un espacio confinado. ¿Cuáles son estos riesgos? Atendiendo a las características descritas sobre los espacios confinados podemos concluir que algunos de los principales riesgos son:
- Intoxicación: Cuando se trata de un espacio confinado con presencia elevada de sustancias peligrosas que pueden provocar efectos de forma inmediata o a medio plazo tras una larga exposición. En la mayoría de los casos la intoxicación se produce por la inhalación, aunque también es posible que se produzca por contacto epidérmico. Es común cuando se trabaja con pinturas, disolventes, suelos contaminados…
- Estrés térmico: Sobre todo en el caso de los espacios confinados que carecen de una ventilación adecuada. Según el RD 486/97 “Disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo” se establece que 27ºC es la temperatura máxima a la que es posible desarrollar trabajos sedentarios como los de oficina. Sin embargo, cuando en los espacios confinados las temperaturas son altas y hay una gran concentración de humedad pueden producirse golpes de calor y alteraciones como convulsiones o delirios.
- Asfixia: Este riesgo se presenta cuando la concentración de oxígeno baja del 19% debido a una ventilación insuficiente. También puede producirse como consecuencia de reacciones químicas o acumulación de gases.
- Golpes y caídas: Un riesgo habitual en los espacios confinados con desniveles de altura. También en espacios confinados mal iluminados.
- Explosión o exposición al fuego: Puede producirse tanto por la presencia de productos inflamables en los espacios confinados, como por la alta concentración de oxígeno en espacios en los que se llevan a cabo trabajos como los de soldadura.
- Atrapamientos: La estrechez habitual de la abertura de los espacios confinados puede convertirse en un riesgo para el trabajador.
Buena parte de los riesgos citados están relacionados con la ausencia de ventilación o una ventilación deficiente, algo que podría resolverse con la instalación de un sistema de ventilación forzada en dichos espacios confinados. Este sistema garantizaría un flujo de aire continuado gracias a su ventilador accionado con energía eléctrica.
El sistema de ventilación forzada sería la mejor respuesta a los riesgos de falta y sobrecarga de oxígeno, a la acumulación de tóxicos y a las altas temperaturas. También lo sería a la concentración de sustancias inflamables en el espacio confinado, sin embargo, en este caso cabe destacar que debería optarse por un ventilador ATEX.
Además, el control de entrada a los espacios confinados también supone una herramienta muy útil para evitar este tipo de peligros. Conociendo de antemano los posibles peligros que pudieran darse en el espacio, y controlando que aquellos que accedan a él lleven el equipo de protección adecuado ayudaría a minimizar considerablemente estos riesgos.
El equipo que necesitas para trabajar en un espacio confinado
Considerando los riesgos que hemos mencionado anteriormente no cabe duda que disponer de un equipo de protección adecuado puede ayudarnos a reducir considerablemente cualquier riesgo al que podamos enfrentarnos en un espacio confinado.
Sin embargo, no existe un único equipo de protección adecuado, sino que debe optarse por diferentes protecciones en función de los riesgos que puedan darse en el espacio y la labor que se realice.
Dotación para la entrada y salida
Entre la dotación necesaria para el acceso o la salida de un espacio confinado podemos encontrar:
- Dispositivos para descenso y ascenso: Conforme al RD 6144/2008 sobre máquinas y a la norma EN 1496 que regula los requisitos y métodos de ensayo para dispositivos de salvamento mediante izado. Estos dispositivos generalmente son accionados de forma manual por el auxiliar y están adecuados para una carga máxima de 225 kg. Se suelen utilizar para izar, bajar, subir, posicionar y rescatar al personal en casos de emergencia. También permiten el manejo de materiales. Además, también permiten que el usuario ascienda y descienda hasta un lugar seguro en casos de salvamento.
- Dispositivos de seguridad anticaída: Estos equipos responden a la norma EN 360 y se utilizan como elemento auxiliar en el acceso al espacio confinado cuando en este existe riesgo de caída. La misión de estos dispositivos es frenar de forma rápida la caída.
- Arneses de protección personal frente a caídas: Estos dispositivos responden a las normas EN 361 y EN 1497 que regulan los arneses anticaídas para mantener al usuario en la posición correcta, al repartir la carga ante una posible caída y con un diseño ergonómico adecuado al cuerpo humano. Estos arneses se confeccionan con componentes textiles acolchados, cómodos y robustos. En algunos casos los arneses presentan también enganches en el pecho y los hombros para permitir usar barras separadoras en casos de salvamento.
Dotación para la protección integral de la cabeza
En toda intervención en un espacio confinado es necesario utilizar un casco de seguridad industrial, ligero, cómodo y, a ser posible, con visera corta conforme a la norma EN 397. Además, su diseño debe permitir acoplar accesorios complementarios, así como EPI de protección ocular, facial y auditiva conforme a las normas EN 166 y EN 352.
Equipos de protección respiratoria
Considerando que en buena parte de los espacios confinados la atmósfera presenta riesgos de acumulación de gases tóxicos o unos niveles de oxígeno inferiores al 19% resulta necesario el uso de equipos de protección respiratoria.
En los casos en los que se haya de utilizar de forma permanente lo más adecuado es contar con equipos con suministro de aire comprimido conforme a la norma EN 137, y conforme a las normas EN 14593-1 y EN 402 en los casos de intervenciones largas.
Además, en los casos en los que se requiera protección respiratoria solo para escape debería optarse por equipos desarrollados conforme a las normas EN 402 y EN 1146, así como a la norma EN 13794 en los casos en los que se requiera oxígeno químico.
Instrumentos necesarios para la evaluación ambiental en espacios confinados
Algunos de los principales riesgos que puede presentar un espacio confinado se encuentran en su atmósfera, por este motivo resulta necesario contar con instrumentos que permitan evaluar el estado de esta antes de proceder a la intervención. Estos instrumentos también permiten controlar dicha atmósfera durante la intervención, de manera que pueda procederse a la evacuación de forma segura en caso de ser necesario.
Entre los instrumentos necesarios podemos destacar:
- Detectores portátiles de gas: Suelen detectar entre 4 y 6 gases diferentes (metano, oxígeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono y sulfhídrico son los más comunes). Permiten detectar la atmósfera del espacio confinado antes de intervenir para determinar así el equipo necesario para la intervención. También permite controlar el ambiente durante la intervención y realiza lecturas que pueden volcarse posteriormente a un pc para realizar un informe de la actuación. Este dispositivo también puede incorporar un detector auxiliar de movimiento que activa una alarma acústica cuando dejan de detectar movimiento por más de 30 segundos, de manera que pueda intervenir el equipo de rescate. También pueden activarse de forma manual.
- Accesorios de muestreo: Permiten captar de forma remota la atmósfera en el espacio confinado. Puede tratarse de líneas de muestreo, sondas de muestreo o bombas de muestreo.
- Equipo de prueba para el aparato detector: Para garantizar que las lecturas del instrumento son fiables.
Vestuario para intervenir en un espacio confinado
No existe algo así como un vestuario laboral universal para el trabajo en un espacio confinado, sino que han de tenerse en cuenta las características específicas que este presenta para elegir las prendas adecuadas para la labor a realizar. Sin embargo, sí podemos hablar de tres elementos de vestuario comunes en toda intervención en un espacio confinado:
- Prendas que pueden tener o no protección frente a riesgos específicos en función del espacio confinado (monos, chalecos, chaquetas, pantalones…). Por ejemplo, puede darse la ocasión de necesitar un buzo químico hermético a gases que proteja la totalidad del cuerpo e incorpore protección respiratoria en espacios confinados con alto riesgo de intoxicación.
- Guantes de seguridad para protección de las manos con o sin protección para riesgos específicos.
- Calzado de seguridad para protección de los pies con o sin protección para riesgos específicos.
La importancia de la prevención en los espacios confinados
Sea cual sea el espacio confinado en el que se haya de realizar una intervención siempre hay un elemento en común, la prevención. Por este motivo, antes de cualquier intervención es esencial definir un plan de rescate, instruir al personal en el procedimiento y dotarle de la protección adecuada frente a los posibles riesgos que puedan darse en el espacio confinado.
A pesar de que la Ley 31/1995 de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales cumple ya 26 años aún son muchos los trabajadores que fallecen en intervenciones en espacios confinados. En la mayoría de los casos aún se debe a la falta del equipo de protección necesario, tanto a la hora de realizar los trabajos como a la hora de realizar rescates en el lugar de intervención.
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